lunes, 20 de septiembre de 2010

“Walk on the wild side”. Una canción para cinco personajes.




Uno de los itinerarios típicos en Nueva York es caminar por la St Marks Place hasta el Tompkins Square Park, en el legendario East Village y volver por la E 7 con el fin de hacer una parada en la "McSorley’s Old Ale House", la cervecería más antigua de Nueva York.

Al comienzo de la St Marks Place entre la 2ª y 3ª Avenida, si te detienes un momento al pasar por delante del tramo comprendido entre los numeros 19 al 25 y consultas a tu compañera de viaje, es decir, a tu guía de bolsillo de Nueva York, te dirá que en esos edificios que están delante de ti se ubicaba allá por los años 60 un salón de baile, el "Stanley's Bar", un salón de baile, que en 1966 pasaría a ser subarrendado por Andy Warhol y por su amigo el director y productor de cine Paul Morrissey y al que denominaron “The Dom”.

“The Dom” nació como un complemento más a añadir a la "Factoría Warhol". Un club donde llevar un grupo musical especial al que se le añadiría en sus actuaciones, un espectacular juego de luces, secuencias de películas y proyeccion de fotografías todo ello simultaneado con la música. Nacía con este club lo que se llamaría la “Exploding Plastic Inevitable”. Una explosión multimedia de luz, plástica y música. El grupo musical que se incorporó al club warholiano fué una banda conocida como "The Velvet Underground" liderada por un guitarrista y cantante llamado Lou Reed. A este grupo le impondría Warhol una escultural cantante alemana llamada Nico, antigua novia del guitarrista de los Rolling Stones y ex actriz en “La dolce vita" de Fellini con lo que el grupo pasó a llamarse "The Velvet Underground & Nico”. Sus canciones, ácidas y provocativas, consistieron en la exaltación del sexo en todas sus tendencias más extremas, así como, en la defensa del consumo de las drogas más duras en aras de una modernidad que imprimía desde todos los campos la "Fábrica Warhol". En pleno apogeo del club, las actuaciones del grupo se desarrollaban a la vez que los asistentes al espectáculo eran entrevistados por alguna de las llamadas “warhol superstars”, debiendo contestar a embarazosas cuestiones sexuales cuyas respuestas, así como el entorno que les rodeaba, iban siendo filmados.

Por aquel club pasaron todos los famosos del momento: Jean-Michel Basquiat. Salvador Dali, Truman Capote, Fernando Arrabal, Allen Ginsberg, Judy Garland , Jim Morrison, Bob Dylan, Mick Jagger, Jerry Hall, Debbie Harry, ….pero, también pasaron por allí muchas personas desconocidas que se convirtieron en habituales; las citadas “warhol superstars”, personas que aspiraban a la fama a través de la mirada aprobatoria del gran Warhol.

Cinco de estas “warhol superstars” muy conocidas en el mundo de la Factoría, fueron Holly Woodlawn, Candy Darling, Joe Dallesandro, Jackie Curtis y Joe Campbell.

Holly Woodlawn es una transexual nacida en Puerto Rico en 1946 con el nombre de Harold Santiago Rodríguez. Emigró a Nueva York y estuvo trabajando como "go-gó" hasta que en 1968 fue introducida en la “Factoría” a traves de un amigo y presentada a Warholl como una mujer “glamurosa”. Paul Morrissey le dio un papel como actriz en su película “Trash” realizando una actuación muy celebrada y de la que se comentó que George Cukor había iniciado una campaña para instar a la Academia a su nominación al "Oscar" cosa que no llego a ser realidad. En 1982 intentó suicidarse con una sobredosis de pastillas y posteriormente estuvo ingresada para tratar su adicción al alcohol. Hoy en día Holly Woodlawn vive en Los Angeles y hace pequeñas representaciones de cabaret. En 2008 en una mesa redonda sobre las superestrellas de Warhol realizada en el South Bank Centre de Londres indicó que estaba trabajando en el proyecto de una película basada en su vida.

Candy Darling fue también una actriz transexual, cuyo nombre original era James Lawrence Slattery. Nacida en Brooklyn en 1944 Andy Warhol la descubrió en el 67 en un club llamado “The Tenth of Always” y pronto pasó a ser su musa y protegida, trabajando en dos de sus películas: “Flesh” y “Women in Revolt”. Enferma de cancer, murió en 1974 no sin antes escribir una carta en la que se despedía de todos sus amigos, de todas las “warhol superstars” con las que había convivido en los años de apogeo de la "Factory" y por supuesto de sus padrinos Warhol y Morrissey. Una foto en su lecho de muerte tomada por el fotógrafo Peter Hujar ilustró la portada del ultimo disco de Antony and the Johnson´s : “I am a bird now”

Joe Dallesandro era con 18 años un adolescente - le apodaron “Little Joe” - que vivía de su agraciado cuerpo prostituyéndose, trabajando en películas porno o posando desnudo como modelo hasta que conoció a Andy Warhol y a Paul Morrissey que le eligieron para interpretar el papel de un chapero en “Flesh” y en la que aparecería desnudo en varias escenas. Su físico se convirtió en imagen de culto del mundo gay aunque él siempre confesó ser bisexual. A raiz de la popularidad conseguida con “Flesh” rodó varias películas de dudosa calidad para Warhol y Morrissey en la década de los 70 pero también para directores de la talla de Louis Malle, John Waters y Francis Ford Coppola para el que interpretó el papel del mafioso Lucky Luciano en la película “Cotton Club”. Joe Dallesandro fue en 1996 el protagonista otoñal de una de las campañas de Calvin Klein, junto a Kate Moss. En la actualidad regenta un hotel en Hollywood junto a su tercera mujer.

Jackie Curtis, otro de los transexuales adoptados por la Factoria Warhol, nació en 1947 como John Curtis. Pionero dentro del mundo del travestismo como actor de obras que él mismo escribía, consiguió que Warhol al verle actuar dijera de él: “Jackie Curtis no es una “drag queen”, Jackie es un artista”. Trabajó también en la película “Flesh” y en otra de Morrissey llamada “Woman in revolt”. Continuó después su carrera como actor de teatro, cantante y poeta. Jackie Curtis hizo dos películas más durante la década de 1980. Su gran idolo, como luego diría Lou Reed, fue James Dean. En 1985 murió a consecuencia de una sobredosis de heroína a los 38 años de edad.

Joe Campbell nació en 1936. Homosexual, mantuvo una relación sentimental durante más de seis años con Harvey Milk, un político de San Francisco y activista de los derechos gay y que luego sería asesinado en 1978. Terminada su relación en 1962 ingresaría como “warhol superstar” de la mano de un amigo suyo y sería apodado dentro de la factoría como “Sugar Plum Fairy” (Hada de azucar). Campbell trabajó en 1965 en la película de Warhol “Mi Hustler” con ese mote. Campbell tuvo posteriormente una relación duradera con un infante de marina y murió en el 2005.

Cuando la “ Velvet Underground & Nico” se disolvió en 1970 por problemas entre sus componentes, que nunca llegaron a acoplarse con el cantante impuesto por Warhol, Lou Reed decidió actuar por libre y en 1972 sacó un album “Transformer” en el que una de sus canciones “Walk on the wild side” se convirtió en una de las canciones más famosas de este cantante.

En "Walk on the wild side" Lou Reed hace un recuerdo de aquellas cinco “warhol superstar” que él conoció a través de su relación con la "Warhol Factory" y el mundo de "El Dom" y en la que nos acerca un poco a estos cinco personajes caminando por el lado salvaje de sus vidas.

Una grandiosa canción que no pasa y que está dentro del "ranking" de las mejores canciones de la historia.

Solo añadir un detalle. El magistral solo de saxo que entra casi al final de la canción fue interpretado por Ronnie Ross, un magnifico saxofonista de jazz que colaboró esporádicamente con algunos de los conjuntos musicales de aquellos años de sexo, droga y rock and roll.




sábado, 11 de septiembre de 2010

Las Torres Gemelas


Con el cuadro que encabeza estas líneas, perteneciente a una serie sobre Nueva York que pinté hace ya bastantes años, no pretendo buscar algún marchante que me lance a la fama sino, solamente, hacer un pequeño homenaje a una obra que desapareció victima de la barbarie del ser humano, tal día como hoy hace 9 años.

Las "Torres Gemelas", las Twin Towers, fueron obra del arquitecto Minoru Yamasaki, un arquitecto americano nacido en Seatle, hijo de emigrantes japoneses y formado en dos de los mas renombrados estudios de arquitectura de Nueva York, en el de Shreve, Lamb & Hermon, autores del proyecto del Empire State y posteriormente en el de los arquitectos Harrison, Foulhoux & Abramovitz diseñadores del Rockefeller Center.

Las "Torres Gemelas", se inauguraron en 1973 dentro del Word Trade Center convirtiéndose en uno de los edificios de mayor altura del mundo con sus 417 y 415 m de altura respectivamente.

La destrucción de las Twin Towers supuso para el mundo la pérdida irreparable de más de 3.000 ciudadanos pero también representó la pérdida de un icono que el cine y la fotografía nos habían dejado desde su inauguración como un símbolo colosal del inigualable Nueva York.

Yamasaki murió en 1986, quince años antes de la destrucción de su obra por lo que, afortunadamente, no contempló la lenta agonía de sus majestuosas torres.

Hoy en el vacío dejado por ellas se trabaja a la sombra de su recuerdo, recuerdo que nos llega a través del cine, las fotos y algún que otro humilde cuadro como el mío. Estos recuerdos son más numerosos y difíciles de derrumbar que las Twin Towers.

domingo, 5 de septiembre de 2010

El Cid



Leído el título, imagino que cualquiera de los que, por casualidad o por amor, penetren en este blog, esperarán encontrar unas líneas en las que documentarse sobre la vida de este legendario personaje pero, debo advertir, que nada más lejos de mi intención y de mi sabiduría.

Hoy, solo pretendía escribir algo sobre una mujer, una americana que hace ya casi un tercio de siglo dedicó parte de su tiempo y de su obra a España. Esta mujer se llamaba Anna Hyatt Huntington.

Si les gusta Sorolla o han estado en Nueva York y recuerdan haber oído hablar de la Hispanic Society o bien son de los que visitan las ciudades y se apuntan el nombre de los escultores de todas las estatuas ecuestres que hay en ellas, seguro que saben más que yo o al menos les sonará bastante el nombre de Anna Huntington, la que fuera esposa de Archer Milton Huntington, el filántropo norteamericano, mecenas, erudito y poeta fundador de la citada Hispanic Society of America en Nueva York, un museo y biblioteca que él contribuyó a llenar con una impresionante colección de libros, manuscritos, fotografías y pintura hispana.

Anna Hyatt Huntington, además de ser la mujer de Archer, fue una magnífica escultora que acompañó a su marido en algunos de los viajes que este hombre enamorado de España hizo a nuestro país. Conocedora de la vida de Rodrigo Díaz de Vivar a través de una edición del Cantar del Mío Cid, que había traducido y financiado anteriormente su marido, terminó de impregnarse de la figura de este hombre en el viaje de novios que hicieron a España en 1923 y de donde se trajo el encargo de realizar una escultura ecuestre de este personaje para la Exposición Iberoamericana de 1927 en Sevilla, exposición que luego acabaría celebrándose en 1929.

Con tal motivo, Anna realizó dicha escultura considerada la escultura ecuestre más grande realizada jamás por una mujer y en la que quiso imprimir la fortaleza y el genio que a ella le inspiraba la leyenda y la historiografía del Cid.

Terminada esta escultura en 1927 y dado que todavía no se podía instalar en Sevilla, la colocó en la plaza que se encuentra junto a la Hispanic Society, conocida como Audubon Terrace, un patio monumental flanqueado por los edificios de la Biblioteca y del Museo. A la estatua le añadió cuatro guerreros sentados alrededor de la base e incorporó a la plaza otras esculturas de temática hispana entre ellas, las figuras de Don Quijote y de Boabdil.

En 1929, Anna Huntington hizo una réplica de la escultura existente en la Hispanic Society y la mandó a Sevilla para la exposición Iberoamericana donando la misma de forma altruista. La estatua está actualmente colocada en la Avenida del Cid entre el Consulado de Portugal y la Real Fábrica de Tabacos.

Esta obra de Anna Huntington debió despertar la envidia y admiración de muchos porque otras dos réplicas exactas se colocaron en Estados Unidos, entre 1930 y 1935, una de ellas en San Diego en el Parque Balboa y la otra en el Museo de la Legión de Honor en la ciudad de San Francisco, ambas regalo de la escultora, así como, una tercera en Buenos Aires instalada en 1935 donada por la colectividad española y por la escultora y posteriormente una cuarta que se instaló en Valencia en 1964.

La copia existente en Valencia fue fundida por el famoso escultor Juan de Ávalos, el escultor del Valle de los Caídos,  a partir del modelo de Sevilla. Los cerca de tres millones de pesetas que costó la fundición de la escultura fueron igualmente donados por Anna. La escultura está sobre un alto pedestal de piedra, rodeado de un pequeño espacio ajardinado en el comienzo de la Gran Vía de Ramón y Cajal, junto a la llamada Plaza de España.

A España le regaló también en 1955 un bello motivo escultórico denominado “Los portadores de la antorcha” representado por la figura de un hombre desnudo a caballo y otro hombre también desnudo y caído en el suelo que cede el testigo o la antorcha al hombre a caballo y que se instaló en la Ciudad Universitaria de Madrid.

También de esta obra donó una réplíca para los valencianos en 1964 que se colocó en la Avenida de Blasco Ibáñez con el nombre de “El relevo”.

Tanta generosidad no ha tenido su correspondencia por parte de los obsequiados con la obra de esta mujer que murió en 1973, y que se ha limitado a la imposición de la cruz de Alfonso X que en su día le concedió el rey Alfonso XIII y a su nombramiento como miembro correspondiente de la “ Reial Academia Catalana de Belles Arts de Sant Jordi” y de la "Academia de Bellas Artes de San Fernando".

A excepción del rótulo de una calle en La Coruña y otra en Valencia dedicadas a ella y su marido y un memorial en Barcelona, también dedicado a ambos y consistente en un pequeño monolito erigido en 1954 ante el gran muro del Monasterio de Pedralbes,  ningún otro motivo ensalza a esta gran escultora y propagandista de nuestra historia que dio a conocer de forma gratuita la imagen de uno de nuestros grandes mitos legendarios.

Podríamos aventurar que su publicidad pudo propiciar que en 1961 se estrenase la versión cinematográfica más famosa de "El Cid," la dirigida por Anthony Mann y protagonizada por Sophia Loren y Charlton Heston y que se rodó integramente en España, pero, esa es otra historia.

Anna Hyatt Huntington reposa en un mausoleo del cementerio Woodlawn en el Bronx, en Nueva York, no demasiado lejos de la Hispanic Society of America.